miércoles, agosto 13, 2025

OVNIs en los viajes del descubrimiento de América: luces extrañas en alta mar

OVNIs en el Archivo de Indias: luces extrañas en los cielos del Nuevo Mundo



El Archivo General de Indias, ese majestuoso edificio renacentista que alberga más de 43.000 legajos y 80 millones de páginas manuscritas sobre la administración del imperio español en América y Filipinas, no solo es una joya para historiadores y académicos. También lo es para los buscadores de misterios. Porque entre sus estanterías silenciosas, protegidas por aire climatizado y estrictas medidas de conservación, duermen documentos que hablan de luces imposibles, esferas brillantes y fenómenos inexplicables en los cielos del siglo XVI y XVII.


Sí, has leído bien: testimonios que podrían encajar, con asombrosa precisión, en lo que hoy denominamos fenómeno OVNI.

Un fenómeno ignorado por los libros de historia

Durante los siglos de exploración y colonización del continente americano, cientos de navegantes,
religiosos, soldados y cronistas escribieron sus vivencias para la Corona española. Lo hicieron con rigor, detallando rutas, vientos, avistamientos de islas, eclipses, tormentas… y también, en algunos casos, extrañas luces que se movían en el cielo, a contraviento, sin emitir sonido, y que acompañaban sus embarcaciones por horas o incluso días.

Estos informes, considerados entonces simples “fenómenos atmosféricos”, quedaron archivados sin mayor análisis. Sin embargo, al revisarlos desde la perspectiva actual, resultan sorprendentemente similares a los informes OVNI modernos.

Algunos casos documentados

Uno de los documentos más citados por los investigadores del misterio es el de un piloto mayor de la flota de Tierra Firme, datado en 1608, quien escribió desde Cartagena de Indias:

> “Durante cuatro noches, entre las 11 y las 3, se vio una luz redonda como brasero encendido, que bajaba del cielo hasta la mar, y luego subía sin hacer ruido. No era estrella ni fuego de San Telmo, pues
se movía con libertad en todas direcciones.”



Otro manuscrito firmado por un fraile franciscano en Veracruz, en 1682, recoge lo siguiente:

> “Estando en oración, vi por la ventana del convento una figura como de campana invertida, brillante como plata, suspendida en el cielo por espacio de un cuarto de hora, y luego desapareció sin dejar traza.”



Más inquietante aún es una carta del capitán Rodrigo de Narváez, fechada en 1539, donde narra a la Corona que una de sus carabelas se retrasó por temor a una “estrella errante que bajó y se posó sobre el mar como si quisiera impedirnos el paso”.

Todos estos documentos están conservados en legajos auténticos del Archivo de Indias, aunque no han sido indexados como “misterios” o “avistamientos”, sino como parte de la meteorología o los diarios de navegación. Lo que hace que muy pocos investigadores se hayan detenido a mirarlos con otros ojos.

¿Fuego de San Telmo o algo más?

Es importante ser rigurosos. Muchos fenómenos descritos en los diarios de navegación pueden explicarse por causas naturales: el fuego de San Telmo, meteoros, auroras boreales, reflejos
atmosféricos, bioluminiscencia marina... Sin embargo, hay una franja de documentos que no encajan con ninguna explicación convencional. Objetos que cambian de rumbo en el aire, que descienden en vertical sin descomposición lumínica, o que parecen interactuar con las embarcaciones.

Lo curioso es que estos informes desaparecen prácticamente del archivo a partir del siglo XVIII, coincidiendo con la Ilustración, el auge del racionalismo y la censura previa borbónica. ¿Se dejaron de ver… o se dejaron de escribir?


Sevilla: capital del misterio colonial

Este hallazgo refuerza la idea de que Sevilla, además de ser la puerta comercial del Nuevo Mundo, fue también un punto caliente de información insólita. Todo lo que se escribía en América llegaba aquí. Y con ello, los testimonios de lo inexplicable. Algunos estudiosos creen que incluso la Inquisición pudo
revisar ciertos informes relacionados con visiones celestiales o luces no humanas, para determinar si eran milagros, supersticiones… o herejías disfrazadas.

Lo fascinante es que estos documentos no son leyenda urbana. Existen. Están accesibles. Se pueden consultar previa solicitud en el Archivo de Indias. La mayoría en manuscrito antiguo, lo que dificulta su lectura a ojos no entrenados.

¿Unos OVNIs coloniales?

Quizá nunca sabremos si lo que vieron aquellos marinos y frailes fueron artefactos tecnológicos de origen desconocido, fenómenos naturales aún no comprendidos o visiones colectivas inducidas por el
estrés de la travesía. Pero lo cierto es que la documentación está ahí, escrita con la misma tinta que narra conquistas, mapas y tratados.

Y en medio de todo eso, silenciosas y humildes, duermen estas luces misteriosas que cruzaron los cielos del Atlántico y dejaron perplejos a quienes, sin saberlo, escribían los primeros capítulos del fenómeno OVNI… siglos antes de Roswell.


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¿Y si volviéramos al archivo?

Este artículo no es una fantasía. Es una invitación. Si eres sevillano o pasas por la ciudad, puedes entrar al Archivo de Indias, pedir una consulta, y explorar con tus propios ojos los testimonios olvidados que esperan entre esas paredes de piedra y papel. Porque el misterio no siempre está en el futuro. A veces está esperándonos... en un legajo del siglo XVI.





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