jueves, abril 28, 2016

FANTASMAS EN EL MUSEO ARQUEOLOGICO DE SEVILLA

ENTRADA Nº 180



Al igual que en otras ocasiones en las que afirmo que lo imposible puede suceder en el lugar mas insospechado,en esta ocasión lo imposible ocurre en un enclave propicio para que ocurran este tipo de acontecimientos, un lugar lleno de objetos,cada cual con una historia, con unas vivencias,e incluso con alguna tragedia o hecho luctuoso, un museo, el museo arqueológico de Sevilla, que aparte de sus objetos que esconden unas historias, el edificio en si,tiene su propia historia negra, ya que el edificio donde está ubicado el museo arqueológico de Sevilla, en su día fue hospital de campaña de soldados italianos improvisado que lucharon en el bando nacional en la guerra civil española,el 

el edificio,
construido por Aníbal González para albergar el pabellón de arte antiguo en la famosa exposición iberoamericana de 1929 que se llevó a cabo en Sevilla.



Este testimonio me llega a través de un exvigilante nocturno  del museo el cual respetando su deseo, permanecerá en el anonimato al cual llamaremos Carlos  ,no obstante carlos  asegura que los hechos que a continuación les voy a exponer es conocido por todo el personal del museo, dirección inclusive



Este señor ha sido testigo de múltiples sucesos imposibles, sucesos que al permanecer de guardia totalmente a solas es difícil darles una explicación objetiva, sonidos de gente bajando las escaleras, arrastre de cadenas, sonido de muebles moviéndose en la planta superior, en el office,en este lugar tiene una especie de cristalera de plástico blanquecino, por el cual   pudo ver claramente alguien pasando por detrás,una especie de sombra,llamadas telefónicas internas a la centralita de seguridad desde la sala de conservación, cuando allí no había absolutamente nadie .




Otro vigilante pemanecio toda la noche en el exterior del museo totralmente aterrado por los sucesos que estaban ocurriendo aquella noche, le contó a los compañeros que “un ente” enorme negro le perturbaba, carlos asegura que es normal y cotidiano que en los relevos matinales le preguntan al vigilante saliente que le ha ocurrido en su turno.

Carlos nos asegura que esas identidades tienen nombre, una tal amanda y Antonino, amanda es una niña enterrada en una vasija que se encuentra en la sala 25 del museo, la cual esta cerrada al publico, en el sotano hay un escrito de un herido que falleció en el hospital de campaña durante la guerra,firmado por Antonino,

Entre los empleados del museo, cuando ocurren estos hechos extraños, aseguran que son amanda y antonino haciendo de las suyas



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