La figura espectral del puente del Alamillo
¿Quién es la mujer que aparece al borde del vacío, siempre a la misma hora?
“Siempre es entre las tres y las cuatro de la madrugada. Y siempre está allí, inmóvil, mirando hacia el río.”
¿Quién es la mujer que aparece al borde del vacío, siempre a la misma hora?
“Siempre es entre las tres y las cuatro de la madrugada. Y siempre está allí, inmóvil, mirando hacia el río.”
En algunos hoteles, el número 13 no aparece por superstición.
En este hotel de Sevilla, desapareció por algo mucho más oscuro.
El Hotel no es solo uno de los alojamientos más lujosos de Sevilla. Es un símbolo de elegancia, historia… y, según algunos, de algo que nunca se ha contado oficialmente. Entre sus pasillos barrocos y habitaciones decoradas al detalle, hubo una puerta que ya no existe. Una puerta con el número 13.
Hoy, si uno revisa los planos o simplemente pregunta en recepción, la respuesta es clara: “Aquí nunca ha habido una habitación 13”. Pero antiguos empleados, personal de mantenimiento y hasta un recepcionista jubilado aseguran lo contrario.
Y lo que cuentan pone los pelos de punta.
Durante siglos, el siniestro crujir del garrote vil fue el último sonido que escucharon cientos de condenados a muerte en España. Un método de ejecución silencioso y brutal, que se aplicó hasta bien entrado el siglo XX. Pero, ¿quién fue el último ajusticiado por este medio en Sevilla? ¿Y quién tuvo el dudoso honor de ser el último ejecutado de la historia de España?
Para entender la dimensión de estos hechos, es necesario detenernos en lo que fue exactamente el garrote vil, cómo funcionaba, y por qué se convirtió en un símbolo oscuro del sistema judicial español.